Ojitos color de cielo.
Ojitos de chocolate.
Ojitos negro azabache.
No importa de qué color
sean tus ojos, mi niño.
Lo que quiero es que estén llenos
de vida y de mucho brillo.
de risa,de picaldía.
No quiero ojitos llorando,
solo ojitos de alegría.
¡Qué bonita poesía, Lorena!
ResponderEliminarMe encanta también la ilustración que acompaña a la poesía.
FELIZ VERANO.